Coppertone

Coppertone

El mismo sincretismo que preside el tratamiento de las mujeres de Kurt lo vemos en una obra extraña como Coppertone. Extraña por la luz, la composición y el color. Un desnudo integral básico que deja ver un busto bañado por la luz del sol, una luz extrañamente azulada a juzgar por el color de la piel. La ausencia de sintonía entre la calidez de la escena a pleno sol y el color elegido para la chica llama la atención. Sólo se entiende esta elección por el deseo de destacar la cabellera, que también en el plano compositivo pugna por destacar. El protagonismo del pelo de la mujer se hace evidente por lo escorado del rostro hacia la derecha del marco, y por los bermellones, naranjas y amarillos que presentan los bucles. Por lo demás, la sensualidad general parece dar paso a un pequeño homenaje a la los viejos carteles publicitarios de los setenta, en los que jamás aparecía un desnudo ni tan siquiera parcial. En este si.

Las medidas de la obra son 67 x 81 cm.

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