El Director

El Director

El Director es una de las más emblemáticas obras de personajes de Kurt. Presenta a un director de orquesta, en lo que parece ser el estertor musical definitivo. Con una composición desequilibrada por su exagerada carga a la derecha del cuadro, el director bracea batuta en mano con el esmoquin descompuesto y el pelo alborotado. La sensación de movimiento y explosión, además de por la fuerza gestual del rostro y las manos, se consigue por el movimiento flotante de partituras al lado izquierdo de la obra. Beethoven, Prokofief o Rimsky Korsakov, podrían sonar perfectamente en este momento de repentina lanzada musical sonar en uno de los múltiples ascensos románticos de sus piezas. Con un dibujo casi manga de contornos básicos que recuerda a sus orígenes del comic, y un cromatismo marcadamente cálido, el autor no ha arriesgado tampoco en la composición. Esta vez el instante, un momento puntual y determinado, pocas veces la obra de Kurt se encaja en un ramo de tiempo tan corto como el de un arranque de pasión e inspiración, ni antes ni después. El autor pretende registrar el momento exacto en el que su director pierde las formas, rompe con el convencionalismo y abandona la partitura, dando rienda suelta a la pasión. ¿Será eso una  declaración de intenciones en cuanto a su forma de pintar?

Las dimensiones de la obra son 122 x 82 cm.

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