La imagen de Cristo crucificado es con diferencia uno de los temas más recurrentes de la historia del arte, pero pocas veces lo habremos visto desde una perspectiva aérea flotando sobre una urbe irreconocible y deformada. Siempre atractiva y enigmática la figura de Jesús en la cruz queda en esta ocasión desubicada, chocante y casi provocadora. Al fondo de la imagen de Cristo se alzan desde un picado que no deja ver el fondo un paisaje de edificios modernos que rompe cualquier cronología posible respecto al hecho bíblico de Cristo en la Cruz, dotando a la obra de una impronta de irrealidad y disparate, si bien, el gusto del autor por las perspectivas radicales y deformantes, le confieren al personaje un aire moderno, y nuevamente manga, de personaje de cómic, que pese a tales licencias y deformaciones no deja de ser perfectamente reconocible como Cristo, precisamente aquí radica el valor de la obra, además de la composición referida más adelante. Kurt218 propone una semiótica de la imagen pictórica basada en un dibujo rápido y dinámico, un colorido sin ambages ni complicaciones, con presencia de colores complementarios, un trazo violento y nervioso, propio de los dibujantes con prisa y el recurso a efectismos de perspectiva llamativa.
Tremendamente arriesgada en su temática y encuadre, también lo es en su composición. Al fondo izquierdo de Cristo y justo sobre la enorme mano clavada al madero, se levanta una grúa de obra que con su forma de cruz podría pertenecer al buen ladrón que cita la biblia fue crucificado junto a Jesús, y aunque faltaría la escolta del lado derecho con otra cruz, perteneciente ésta al otro crucificado (?), se completa una composición de base triangular perfectamente equilibrada pese a la desproporción forzada de la mano derecha. Sin entrar a considerar valoraciones ni interpretaciones posibles, socave duda del despiste que origina el título mismo de la obra. ¿Qué hace cristo crucificado sobre una ciudad actual?
Las dimensiones de la obra son 172 x 72.
