Gaia es la madre tierra en la mitología griega (Terra en la romana). En estas obras dedicadas a Gaia, el escultor sublima lo que mejor lo define como artista, su apego a los materiales provenientes de la tierra donde habita, la vid y la arcilla. Elementos con que Gaia, concretada en la comarca de Antequera, provee al artista con trozos de sí misma, con la mejor materia prima que un escultor puede trabajar. En agradecimiento a esta diosa-madre, Kurt la reviste de cualidades estéticas excepcionales, un rostro sereno que refleja afecto y comprensión, unas tonalidades en el acabado que resaltan lo más profundo del espíritu de la tierra, una composición final totalmente cercana a nuestro barro primegenio (la arcilla) y a la capacidad creadora de los humanos (la vid como elemento transformado en vino por nuestra acción). Un homenaje a la tierra donde hundimos nuestros pies, al lugar en el mundo donde hemos elegido vivir.
